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QUINTA D'CANAS

Creemos que si algo merece hacerse, debe hacerse para obtener los resultados posibles. Sólo así es posible traer algo diferente al mundo, catalizado por la cooperación, el trabajo, la dedicación y el compromiso de nuestra gente. Elegimos cuidadosamente procesos, metodologías, equipos, tratamientos y sistemas. Nuestra gente son verdaderos expertos con experiencia comprobada: sólo así podemos compartir nuestro mayor éxito con usted.

Nuestros vinos, obtenidos en una región demarcada única en el mundo, producen uvas de una calidad única y de excelencia sui generis. En las laderas de Quinta D’Canas, sobre el valle de la “Ribeira da Camba”, aparece la fachada de una mansión inacabada. En la cima del Alto do Castelo, las ruinas del Castillo de Peñafiel revelan restos medievales y del Imperio Romano. En la rocalla “Penedo do Gato”, el grabado del guerrero lusitano blande su espada atemporal. Todo sirvió de inspiración para la creación de nuestros vinos.

Nuestro saber hacer, respeto y cuidado por el terroir, así como el pasado histórico y cultural de Quinta D’Canas, elevan nuestro vino a su merecido nivel.

Esta es Quinta D'Canas.

HISTÓRIA

CASTILLO DE PENAFIEL

as ruinas del Castillo de Penafiel se encuentran en el Alto do Castelo, en lo alto de una colina cónica de más de 320 m de altura, cubierta por una armadura de rocas. Fue sede del ayuntamiento de la “Tierra de Peñafiel de Cañas” desde la segunda mitad del siglo XI, y prestó su nombre a la ciudad a partir de 1770, en un refuerzo simbólico de la autonomía municipal..

Este castillo revestido de granito, situado ante las ruinas del “Monte Mozinho”, al otro lado del “Valle de Ribeira da Camba”, fue construido en una posición estratégica en la antigua calzada romana, que se remonta a la época medieval. Se menciona en 1059 en documentación escrita, sin embargo su existencia puede ser anterior. Por su forma se identificó una zanja en la zona noroeste, y restos de los muros derrumbados hacia el oeste y sur. Se identificaron varias muescas y hendiduras en las rocas, que servirían de soporte a los edificios. Los hallazgos recopilados hasta la fecha son en su mayoría medievales, a excepción de una moneda romana del siglo IV que representa al emperador Crispo.

En la cara vertical de un afloramiento granítico que remata el alzado, conocido como “Penedo do Gato”, hay un grabado de un guerrero que sostiene un escudo circular en una mano y un arma en la otra, denominado “Penhafidelis”.

HISTÓRIA

PETROGLIFO DEL GUERRERO

En lo alto del “Alto do Castelo” hay un petroglifo, presumiblemente de un guerrero calaico-lusitano, vestido con túnica, blandiendo un pequeño escudo redondo y una espada, llamado Penhafidelis. Esta representación se asocia típicamente con estatuas de guerreros encontradas en castros al norte del río Duero, en la región del Alto Miño y Galicia, que datan de la Edad del Bronce, 3300 a.C. a 1200 a.C.

Esta figura de 43 cm está grabada en la roca más alta de las ruinas del Castillo de Peñafiel, en un peñasco denominado “Penedo do Gato”. Por su actitud de desafío, o de triunfo, esta sencilla y cruda figura de un guerrero lusitano permanece allí, sobre una empinada colina rocosa, en lo alto de unas ruinas como símbolo orgulloso y heroico de libertad e independencia.

HISTÓRIA

PALACIO

El edificio cuya construcción se inició en el siglo XIX tuvo su construcción abandonada. Hoy quedan ruinas de alrededor de una cuarta parte de la obra, de marcadas características barrocas y, a pesar de estar organizada linealmente, hay sutiles indicios de que iba a construirse en forma de U. Además del increíble palacio con fuentes y jardín interior, había una capilla en honor a San Antonio, desmantelada por motivos desconocidos.

La fachada denota diferencias entre las plantas superior e inferior, presentando esta última ventanas de menor tamaño, comúnmente asociadas a casonas típicamente barrocas. La planta superior estaba reservada a los señoriales apartamentos, con una decoración más exuberante. En lo alto del piso, en el balcón principal, se encuentra un escudo, el que dio contorno a nuestro vino D’Canas.

Aunque el motivo de la suspensión de las obras no está claro, se cree que se debió al golpe del Marqués de Pombal contra la nobleza para la reconstrucción de Lisboa tras el terremoto que arrasó la capital en 1755. Así, persiste la leyenda perdida en los restos de la megalómana construcción de la mansión que tendría tantas puertas y ventanas como días tiene un año.

HISTÓRIA

LINAJE DE SOLDADOS VALIENTES

En el sereno paisaje de Quinta D’Canas se hace eco de una historia antigua, tallada en la piedra y el tiempo. Fue el Rey João I quien, reconociendo el valor de Diogo Gonçalves Peixoto en la heroica defensa del Castillo de Miranda, le concedió este Reguengo, un regalo real que unió para siempre la tierra a la memoria de un linaje de guerreros.

Entre viñedos y olivos centenarios se levanta el legado de héroes que sirvieron a la patria y a la fe: entre ellos João Peixoto, valiente luchador en la Batalla de Alfarrobeira; Duarte Peixoto de Azevedo, consejero real del rey Manuel y del rey João II; Lopo Peixoto de Melo, comendador de la Orden de Cristo, militar en África y consejero real de los reyes João IV y Sebastião; Pedro Peixoto da Silva, general de Galeras, comendador de la Orden de Cristo y consejero real del rey Felipe I; y Manuel Peixoto da Silva, Caballero de la Orden de Cristo, Capitão de Mar e Guerra (Capitán de Mar y Guerra) y Tercer Adail-mor del Reino.

Aquí, donde la piedra conserva escudos y el viento lleva historias, perdura una herencia de valentía y devoción. Quinta D'Canas es más que una tierra: es un recuerdo vivo de un linaje entrelazado con el alma misma de Portugal.

HISTÓRIA

ARTEFACTOS HISTÓRICOS

Entre los restos encontrados hasta la fecha, en gran parte medievales, destaca el hallazgo de una moneda romana del siglo IV del emperador Crispo. Flavius Julius Crispus era el hijo mayor del emperador Constantine I. Demostrando ser un individuo muy talentoso, fue un brillante soldado y estratega, que dirigió legiones romanas en varias victorias contra los pueblos francos y germánicos. Sin embargo, tras un juicio cuyas circunstancias son bastante dudosas, su propio padre lo hizo ejecutar.

Quinta D'Canas com história

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